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CiU se reafirma en la abstención y critica que PP y PSOE lleven a Batasuna al Congreso

Los nacionalistas catalanes denuncian 'intereses partidistas' en la convocatoria del pleno

La dirección de Convergència i Unió (CiU) anunciará formalmente en la mañana del lunes su abstención en el pleno extraordinario que, el día 26, pedirá al Gobierno que promueva la ilegalización de Batasuna por su vinculación con ETA. En esa cita, la cúpula de CiU defenderá la abstención con los argumentos que ayer acordaron los principales dirigentes de la federación, entre ellos Jordi Pujol. CiU avanzó que criticará que el PP y el PSOE "utilicen por razones partidistas" el Congreso para pedir la ilegalización de Batasuna, que "utilicen los sentimientos nobles" de los ciudadanos y que pretendan, "al menos ante la opinión pública", que "el Parlamento sustituya a los jueces", lo que puede llegar a "comprometer el sistema político".

El presidente de la Generalitat de Cataluña y líder de CiU, Jordi Pujol; el secretario general de la federación, Josep Antoni Duran, y el portavoz del grupo parlamentario en el Congreso, Xavier Trias, se reunieron ayer en Barcelona y, en contacto telefónico con el conseller en cap, Artur Mas, acordaron que CiU se abstendrá el próximo lunes en la Diputación Permanente del Congreso que convocará el pleno extraordinario del día 26. Pero esa decisión va más allá de la Diputación Permanente: la cúpula de CiU acordó e hizo públicos los argumentos políticos que trasladará a la ejecutiva del lunes para justificar la abstención de CiU en la votación del pleno que el lunes 26 pedirá la ilegalización de Batasuna.

CiU hace así oídos sordos al Gobierno, al PP y al PSOE, que desde hace una semana piden el voto afirmativo de los nacionalistas catalanes en línea con el respaldo que éstos dieron a la Ley de Partidos.

El PP rebajó ayer el grado de presión de sus declaraciones para reclamar el voto a CiU. Frente a la acusación de que sería una "cobardía" no dar ese paso, que lanzó a principios de esta semana Ana Mato, el mensaje ha pasado a ser que "la mayor parte de los votantes de CiU no entenderán la abstención ante la ilegalización de un partido violento que ampara el terror". Así lo aseguró el secretario general del PP, Javier Arenas, poco después de que CiU expusiera públicamente su posición.

Por la mañana, el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, confió en que "quienes ahora dudan rectificarán dentro de un tiempo". Zapatero calificó de "contradicción intelectual difícilmente asumible" ver "conveniente" que se ilegalice Batasuna pero no respaldarlo con un voto afirmativo en el pleno del 26.

Fuentes de la federación subrayaron que la decisión de abstenerse en el pleno está muy meditada y que los dirigentes de CiU ya la han insinuado en las distintas conversaciones telefónicas mantenidas con dirigentes del Gobierno, del PP y del PSOE como Mariano Rajoy, Ángel Acebes, José María Michavila y José Luis Rodríguez Zapatero.

Duran y Trias anticiparon la batería de argumentos que utilizarán cuando, en la mañana del lunes, su posición sea ya oficial. Duran recordó que en la votación del 27 de junio CiU se desmarcó del apartado de la Ley de Partidos (el segundo párrafo del artículo 11.1) que prevé que el Parlamento pueda solicitar al Gobierno que inste la ilegalización de un partido. En la primera redacción de esta norma se preveía que el Parlamento (Congreso o Senado) pudiera instar directamente a la ilegalización, pero quedó matizado a que sólo pudiera pedírselo al Gobierno, como defendían CiU y el PSOE.

Aun así, CiU mantiene que esta última opción es "innecesaria" y dañina para el sistema político: "No es conveniente mezclar el poder legislativo con el poder judicial, y la decisión que tome la justicia no debe comprometer a todo el sistema político".

Los dirigentes de CiU consideran que si el PP y el PSOE recurren al Congreso es exclusivamente por "razones partidistas" con el fin de utilizar a su favor "los lógicos sentimientos de la opinión pública cuando hay atentados". Pero Duran recargó las críticas hacia el PP, del que CiU depende en el Parlamento de Cataluña: le reprochó su escasa "voluntad de diálogo con el nacionalismo democrático vasco", es decir, con el PNV, y que en el pasado hubiera "utilizado el terrorismo" para mejorar sus expectativas electorales, una actitud "irresponsable" en la que, según CiU, el PSOE también cayó en el pasado.

Los nacionalistas catalanes reiteraron, en todo caso, que no están en desacuerdo con la ilegalización de Batasuna si un juez demuestra su vinculación con ETA. Otra cosa es que el Congreso "entre a hacer el trabajo de los jueces".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de agosto de 2002