Los padres de las niñas comparecieron por la mañana ante la prensa en, irónicamente, el instituto que horas más tarde sería evacuado para dar entrada a expertos policiales en busca de pistas sobre su paredadero. Conteniendo las lágrimas, Sharon Chapman exclamó tras un largo silencio: "Devuélvannos a las niñas. Pongan fin a todo esto". Sin perder la esperanza de encontrar a Jessica y Holly con vida y convencido de que han sido raptadas, su marido Leslie añadió: "Alguien las retiene. No son sus hijas. Son nuestras hijas. Queremos que nos las entreguen. Las echamos muchísimo de menos".
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Ambas familias recordaron el calvario de la noche del pasado martes, cuando dieron a las niñas por muertas, y reiteraron que es su deseo conocer cada giro, avance y contratiempo de la investigación. "Estamos convencidos de que la policía está haciendo todo lo que puede. Son nuestros aliados, nuestros amigos en el transcurso de la investigación", declaró Kevin Wells, padre de Holly.
Mientras, los jugadores del Manchester United posaron para las cámaras y reclamaron con un gran cartel el retorno de las dos niñas. Ambas amigas salieron de casa, la tarde del pasado domingo 4, vistiendo camisetas rojas del Manchester, su equipo favorito, con el nombre de su ídolo, el centrocampista David Beckham, impreso a la espalda. Salieron sin despedirse ni pedir permiso a sus padres, y todavía no han regresado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de agosto de 2002