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FÚTBOL | Un personaje escandaloso

Best, Gascoigne, Adams, Merson...

Cuando el holandés Dennis Bergkamp llegó al Arsenal no podía entender cómo sus compañeros olían a cerveza en los entrenamientos matutinos. Desconocía sus costumbres. Y es que en las islas hay una cultura futbolística espumosa que ha merecido todo tipo de interpretaciones, desde las sociales hasta las psicológicas. En ese contexto, el alcohol no sólo se tolera, sino que se induce. Muchos sucumbieron a sus estragos.

George Best. El mítico media punta norirlandés del Manchester United de finales de los sesenta, premiado como el mejor jugador británico del siglo XX, recibió recientemente un trasplante de hígado tras más de 30 años de alcoholismo. Best, de 56 años, al que en su día se le conoció como el quinto beatle, tuvo que abandonar la alta competición a los 26.

Paul Gascoigne. También se rindió a los excesos alcohólicos hasta confesar: 'De no tener que jugar partidos los domingos, bebería durante toda la semana'. Este paradigma del virtuosismo técnico ha protagonizado capítulos esperpénticos como el de la silla del dentista en 1996: se sentó en un bar de Hong Kong, abrió la boca y por allí entró todo el tequila que sus compañeros quisieron verter. A lo largo de su accidentada carrera, Gascoigne se esforzó por desmentir a Best, que se mofó de él diciendo: 'No me llega ni a los cordones de la botella'.

Tony Adams. El eterno capitán del Arsenal escribió una autobiografía, Addicted, en la que se confesaba alcohólico. Sin embargo, ahora, retirado del fútbol, parece querer encauzar su vida apartado del líquido elemento.Cursa estudios de Ciencia del Deporte.

Paul Merson. Este ex futbolista del Arsenal destrozó su vida con su adicción a la cocaína y al alcohol. Reconoce haber pasado años gastándose una media de 240 euros diarios en esos vicios.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de agosto de 2002