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CULTURA Y ESPECTÁCULOS

El Salón del Cómic de A Coruña pone su mirada en las viñetas de los últimos 25 años

El cómic llegó al público adulto en España a finales de los años setenta, y maduró en una generación. La quinta edición del salón de A Coruña, Viñetas desde o Atlántico, pondrá durante esta semana la mirada en los autores y las obras de los últimos 25 años. Un homenaje a revistas que todavía están en la memoria como Tótem, o que resisten en los kioscos como El Jueves, y a sus creadores.

La demolición de la Estación Marítima, sede tradicional de Viñetas desde o Atlántico, ha obligado a repartir en tres edificios las distintas muestras. En el palacio de María Pita se exhibe una exposición sobre 25 años de El Jueves y los tebeos en España de 1977 a 2002, un repaso al resto de las publicaciones que han surgido y/o cerrado en esa etapa, desde El Rollo Enmascarado a Por favor o Cairo. En el Kiosco Alfonso se expondrán sendos montajes dedicados a Jordi Bernet, el creador de Torpedo y a Jan, padre de Superlópez.

La Casa de la Cultura Salvador de Madariaga acogerá dos exposiciones fuera de época. Una reciente, el Certamen de Cómic Injuve 2001, y otra clásica, Inventos del Profesor Franz de Copenhague, una colección de reproducciones escultóricas de aquellas máquinas delirantes del TBO. Habrá también intervenciones de autores como Mique Beltrán, Bernet, Alfonso Font y Antonio Guiral, y una feria editorial.

La dispersión física no preocupa a uno de los mayores entusiastas del género ilustrado que promueven el salón coruñés, Francisco Vázquez (el alcalde), porque 'toda la ciudad es estos días un museo abierto', asegura. Los lugares emblemáticos de A Coruña están presididos por reproducciones de personajes del cómic, a los que cada año se suma alguno. En esta ocasión Torpedo y Carpanta.

Otro entusiasta es el dibujante Miguelanxo Prado, director del salón, que en la presentación del programa 'agradeció' al régimen franquista los servicios prestados al cómic: 'La eclosión posterior a su caída permitió que disfrutáramos en pocos años de los avances en la ilustración que otros países tardaron décadas en producir'.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de agosto de 2002