El obispo emérito de San Sebastián, Jose María Setién, aseguró ayer que no habrá "cambio político para Euskadi si no hay cambio político para España", y acusó al Gobierno central y a su presidente, José María Aznar, de practicar "extremismo de derecha", mientras calificó a ETA de "extremismo de izquierda".
Setién propuso ayer sustituir la estrategia de "eliminación", que en su opinión existe entre la banda terrorista y el presidente del Gobierno, por un "acuerdo de racionalidad política" para superar la situación en la que se encuentra el País Vasco.
El prelado vasco, que asistió ayer a la Universitat Catalana d'Estiu (UCE), en Prada de Conflent (Francia), donde dio una conferencia sobre la Iglesia, habló sobre el momento actual de País Vasco, y opinó que el enfrentamiento entre "ETA y Aznar" es una situación "sin salida", por que "si dos posiciones son extremas y son identificables, hay otra vía de solución que la eliminación de los unos por los otros". Setién, que recordó que el Gobierno no puede "confundir la adhesión nacionalista con Batasuna", añadió que "por esa vía de la eliminación me parece muy difícil encontrar una salida al problema, que yo entiendo que pasa por la vía de un diálogo y un entendimiento para llegar a una base común".
Según Setién, "si no vamos por un camino en que se llegue a una base de consenso político estaremos esperando a ver si Aznar termina con ETA; o a ver si ETA termina con la paciencia de Aznar".
Pacto
El obispo emérito de San Sebastián abogó también, durante su intervención en la Universitat Catalana d'Estiu (UCE), por la "búsqueda de pacto, porque en una solución democrática debe tenerse en cuenta las minorías", en clara referencia a la posible ilegalización de Batasuna con la puesta en marcha por el Parlamento de la Ley de Partidos Políticos.
"Lo fundamental", según dijo José María Setién, "es tratar de buscar una común aceptación de las diversas y comunes nacionalidades, independientemente de que sean mayoritarias o minoritarias".
El prelado vasco aseguró que "por esa vía de la eliminación me parece muy difícil encontrar un salida al problema, que pasa por la vía de un diálogo y un entendimiento para llegar a una base común".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de agosto de 2002