El comité ejecutivo de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), y la dirección de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) llegaron anoche a un acuerdo que pone fin a las movilizaciones de los controladores que se negaron a realizar horas extraordinarias durante los fines de semana, con los consiguientes retrasos en varios aeropuertos.
A última hora de ayer, tras más de diez horas de negociación, los representantes del sindicato informaron de que habían llegado a un acuerdo con el ente público dependiente del Ministerio de Fomento que gestiona los aeropuertos españoles.
Según fuentes de la USCA, que centraba sus reclamaciones en diez puntos, se llegó a un acuerdo en cinco de ellos. Por un lado se logró la inclusión en el convenio colectivo de los sobresueldos y seguros médicos y de vida que AENA pactó con el sindicato en 1999 para todos aquellos controladores que aceptaran ampliar su jornada laboral y realizar horas extraordinarias.
Además se convino el desbloqueo de la Comisión Permanente, integrada por representantes sindicales y de AENA y un compromiso de formación para nuevos controladores. Asimismo el ente público aceptó la reivindicación de los controladores de mejorar el equipamiento técnico de algunas de las instalaciones en que desarrollan su labor.
Por último, se alcanzó un acuerdo referido a medidas de seguridad e higiene en el trabajo.
Actualmente trabajan en España cerca de 1.850 controladores aéreos, de los cuales, unos 1.400 se dedican a la regulación del tráfico aéreo y el resto ocupa puestos de gestión. Según se recoge en el convenio colectivo firmado en 1999, antes de 2004 deben entrar en servicio otros 300 más.
El secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, y AENA, habían reiterado ayer, antes de que se llegase a una solución al conflicto, su disposición a discutir los temas propuestos por el sindicato. "Las medidas de fuerza no están justificadas", manifestó Blanco, quien había asegurado que estaba en juego "la imagen turística de España".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de agosto de 2002