Exit Australia, un grupo de partidarios de la eutanasia australianos lanzó ayer una campaña en la que distribuirán bolsas de suicidio de plástico que permiten a los enfermos en fase terminal poder asfixiarse ellos mismos. Según informó un portavoz del grupo, que asegura haber recibido ya 150 pedidos, las bolsas disponen de una apertura con un elástico que aprieta suavemente el cuello de tal forma que 'no provoca una muerte horrible, sino que favorece ir respirando cada vez menos, hasta originar el sueño y después la muerte'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de agosto de 2002