La Inspección de Trabajo de la Generalitat de Cataluña ha impuesto durante este año 698 sanciones por un importe de 2,7 millones de euros a empresas en las que trabajaban extranjeros sin permiso de trabajo. Las sanciones impuestas suponen una media de 3.900 euros de multa por cada uno de los casos de contratación de trabajadores en situación ilegal. 'Desde la Inspección de Trabajo se está actuando en los supuestos de infracción, a través de un programa de control, para garantizar que todos estos trabajadores tengan permiso de trabajo', declaró el consejero de Trabajo, Lluís Franco.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de agosto de 2002