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Schröder propone subir el impuesto de sociedades tras las riadas

El canciller alemán insiste en rechazar un ataque contra Irak

El canciller alemán, Gerhard Schröder, accedió ayer a discutir con la oposición de la CDU / CSU el aumento del impuesto sobre sociedades. Los desconcertados conservadores lo habían exigido, como compensación social, tras el anuncio gubernamental de congelar la segunda fase de la reforma fiscal. Con esto, el Gobierno espera recaudar 6.900 millones de euros para la reconstrucción tras las riadas.

En una fase crucial para las elecciones del 22 de septiembre, los democristianos presentan hoy su propio plan de financiación.

La oferta de Schröder, presentada ante la prensa ayer en Berlín, pone contra las cuerdas a los conservadores. Sus líderes, Edmund Stoiber (candidato a canciller de la Unión Social Cristiana, CSU) y Angela Merkel (presidenta de la mucho mayor Unión Cristiana Democrática, CDU), exigían este tipo de medidas para aprobar el programa gubernamental en la Cámara alta (Bundesrat). 'Si ellos así lo quieren, no hay motivo para rechazar recursos financieros adicionales', sostuvo Schröder.

Ayer por la tarde, los conservadores aún debatían sobre cómo responder a la oferta. Entre el cúmulo de declaraciones contradictorias de sus líderes se perfilaban nuevas exigencias, como reintroducir un impuesto sobre las ventas de participaciones de las sociedades de capital (descartado por el Gobierno) y reorientar los beneficios del Bundesbank, el antiguo banco central, hacia el fondo de solidaridad para hacer frente a la catástrofe.

De la respuesta exacta, que se presenta hoy, puede depender el resultado electoral del 22 de sep-tiembre. Los conservadores no pueden asentir sin más al plan gubernamental, si no quieren certificar capacidad de liderazgo a Schröder. Tampoco pueden negarse tajantemente, bajo riesgo de aparecer como un estorbo político en medio de una emergencia nacional. Según un reciente sondeo, más del 40% de los alemanes está aún indeciso sobre su voto. Todavía no hay encuestas fiables sobre la influencia de las riadas en la intención de voto.

Schröder reiteró ayer su rechazo a un eventual ataque contra Irak, pero calificó de 'buenas' las relaciones con Washington. El canciller aventaja a Stoiber en las encuestas de popularidad. Su Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), en cambio, sigue sin despegar en los sondeos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de agosto de 2002