Las obras que ejecuta el Ayuntamiento en la glorieta de Santa María de la Cabeza seguirán torturando a los conductores después de las vacaciones de verano. Los obreros emplearán aún unos cuantos meses más en derribar el paso elevado que salvaba la glorieta y sustituirlo por un túnel. Las previsiones municipales apuntan a que los trabajos se terminarán completamente a finales de año. Ésta es una de las obras municipales que más afecta al tráfico de la capital.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de agosto de 2002