El recorrido de estas vacaciones ha sido: España, Francia, Bélgica, Holanda, Alemania y Suiza.
Todo el trayecto lo hemos realizado en coche por autopistas y autovías, y la sensación que tenemos es que España y Francia muestran poca elegancia y espíritu solidario con sus visitantes y con los propios ciudadanos del país.
En Bélgica, Holanda y Alemania las autopistas son completamente gratuitas, y en Suiza, la fórmula que siguen es pagar un único peaje para todo el año de 30 euros, con derecho a utilizar todas las autopistas del país.
Cuando vuelves a entrar en Francia y en España el contraste es tremendo, pues no sólo te desangras peaje a peaje, sino que muchas veces, especialmente en agosto, observas admirado cómo puedes parar hasta cinco veces en 100 kilómetros para pagar el correspondiente peaje. Esto sucede muy especialmente en la zona francesa-catalana, donde es fácil observar que una caravana la provoca estas paradas carísimas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de agosto de 2002