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PATRIMONIO NATURAL

Un proveedor de ejemplares viejos dice que hay más oferta que demanda

'Arrancar un olivo para venderlo posteriormente es una aberración, pero no es nuestro caso; nosotros hemos salvado 450 olivos que estaban destinados a servir de astillas para leña'. Rafael Garzón Cobo, responsable de la página web olivocentenario.com en la que pueden adquirirse olivos con una antigüedad superior a los 250 años, se defiende antes de nada de las críticas que se han vertido contra este tipo de empresas que están proliferando en la geografía española.

Los olivos que se publicitan en esta página de Internet se encuentran en la finca de Herrera, en el término municipal de Villacarrillo (Jaén), y proceden de la expropiación realizada hace dos años muy cerca de allí, en Villanueva del Arzobispo, para construir una planta de cogeneración de la biomasa.

Son ejemplares con más de dos siglos de vida, con un volumen de copa de dos metros y medio de diámetro, una altura de casi tres metros, troncos con ramas de hasta 50 centímetros de grosor y un peso medio de unos 1.500 kilos.

Rafael Garzón vende cada olivo centenario a unos 250 euros, un precio que se incrementa sensiblemente si se le añade los gastos de transporte. Por eso, en su página web aconseja realizar pedidos estándar de hasta 16 unidades, que son las que pueden ser trasladadas en un trailer. Con todo, el negocio no es tan floreciente como pudiera pensarse. Rafael, que admite que se trata de una actividad no regulada, asegura que sólo ha vendido una decena de olivos en dos años, la mayoría de pedidos procedentes de Cataluña, Madrid, Mallorca y el Levante. 'La oferta es mayor que la demanda', indica.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de agosto de 2002