En el lar de los antepasados
ya no quedan rescoldos.
Tundó el Nordés con furia
la vieja galería.
Manojos de relámpagos tronzaron
todas las ramas de la higuera
y el granizo dejó sin renuevos
a las buganvillas.
Después pasaron por la huerta los vándalos
y ya no hay golondrinas
anidadas en el alero.
Todo es noche en los párpados.
Que venga de una vez la bruma
del olvido,
que sepulte
estas ruinas, sin piedad.
Y que no quede nada
y renazcamos nos otros,
contra la desesperanza.
Tras la sentencia de la verdad.
Na lareira dos devanceiros / xa non quedan rescaldos. / Mallou o Nordés con furia / na galería vella. / Monllos de lóstregos tronzaron / as pólas todas da figueira / e a saraiba deixou sen rebentos / ás buganvíleas.
Logo pasaron pola horta os vándalos / e xa non hai andoriñas / aniñadas no beirado. / Todo é noite nas pálpebras. / Que veña dunha vez a brétema / do esquecemento, // que sepulte / estas ruínas, sen piedade. / E que non quede nada / e renazamos nós outros, / contra a desesperanza. / Trala sentencia da verdade.
Luís Rei Núñez (A Coruña, 1958) es autor del libro de poemas La casa en la bruma (Pre-Textos) y de la novela Expediente Artieda (Alianza).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de agosto de 2002