Diez días después de la muerte de un joven atracador en el barrio sevillano de Amate tras un tiroteo con la Guardia Civil, y de los incidentes callejeros causados por sus vecinos y amigos, el inusitado despliegue policial en la zona empieza a dar sus frutos. Los agentes detuvieron ayer a dos hombres implicados en los hechos y acusados además de cuatro robos a taxistas. La cifra de detenidos por los actos vandálicos se eleva ya a seis, tres de ellos menores de edad. Diez personas más, acusadas de otros delitos, han sido detenidas en los controles policiales en Amate y Los Pajaritos.
Tras los graves altercados callejeros de la pasada semana en los barrios de Amate y Los Pajaritos, y ante la indignación y el miedo de los vecinos, la Subdelegación del Gobierno en Sevilla montó el viernes un fuerte dispositivo policial en la zona. La numerosa presencia de agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local ha permitido desde entonces que no se repitan los incidentes vandálicos (quema de vehículos y mobiliario urbano o la rotura de las lunas de una sucursal bancaria) y que hasta 16 personas hayan sido detenidas, aunque sólo seis de ellas, tres menores, relacionadas directamente con los disturbios.
Sin embargo, nada se sabe por ahora de los tres jóvenes que acompañaban al fallecido el martes día 13, Marcos R.C., de 18 años, cuando atracaron un estanco y durante el tiroteo posterior. Fuentes policiales aseguraron ayer que la investigación continúa abierta. Ni el delegado del Gobierno en Andalucía y candidato del PP a la alcaldía de Granada, José Torres Hurtado; ni el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín; ni su concejal de Seguridad Ciudadana, José Gallardo, han dado la cara por ahora ante la opinión pública tras lo sucedido.
Los dos detenidos ayer son Francisco Javier R.G. y Antonio R.G., de 32 y 33 años respectivamente. Además de un delito de desórdenes públicos por su participación en los incidentes, la policía les imputa cuatro robos con intimidación a taxistas. La edad de ambos contrasta con el perfil de la mayoría de los participantes en los altercados, jóvenes que se mueven en pandilla con sus ciclomotores.
Entre los otros cuatro detenidos destaca el historial de Alberto M.G., de 19 años, que cuenta con 12 detenciones anteriores y es acusado de 18 robos con fuerza. Los tres restantes son menores de edad, uno de los cuales ingresó en un centro de menores. Los otros dos quedaron en libertad y están bajo la custodia de sus padres.
Las citadas fuentes dijeron ayer que, por ahora, el dispositivo de seguridad se mantendrá por tiempo indefinido. En la red tejida por los agentes alrededor de Amate y Los Pajaritos han caído otras diez personas buscadas por la policía por otros delitos. Ayer fue detenida Laura F.A., de 22 años, presunta cómplice de los detenidos por los robos a taxistas, además de otras tres personas reclamadas por diferentes juzgados de Sevilla.
Los controles están incidiendo especialmente en los conductores de ciclomotores. La Policía Local ha instruido más de 150 denuncias por conducir los vehículos sin casco o por carecer éstos de documentación, y ayer mismo requisó ocho.
Domingo Raya, presidente de la Asociación de Vecinos Tres Barrios, que engloba a la zona afectada por los sucesos, se mostró ayer satisfecho porque la zona "está ahora mucho más tranquila", pero mostró su miedo a que la situación vuelva a lo que era cuando el dispositivo policial se retire. "Lo que pedimos es que por lo menos se vea policía por aquí de vez en cuando y no que estemos abandonados como antes", explicó.
La pasada semana, tras los sucesos, la Jefatura Superior de Policía evaluó en un 80% el descenso del nivel habitual de delincuencia en la ciudad. Las causas: el ruido provocado por los incidentes y la actuación de la policía, cuyo fuerte despliegue en la zona seguirá por tiempo indefinido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de agosto de 2002