El cadáver de un hombre de unos 45 años, sin signos aparentes de violencia, fue hallado poco antes de las 11.00 de ayer en una cuneta en el kilómetro 27,500 de la carretera N-VI, a la altura de Torrelodones, en sentido Madrid, según fuentes de la Guardia Civil. El cuerpo presentaba un edema facial y epístasis -sangre en la nariz-, lo que podría indicar que llevaba muerto unas doce horas, según el servicio de emergencias 112, aunque la Guardia Civil, que se ha hecho cargo de la investigación, trabaja con la hipótesis de que pudiera haber fallecido más de 24 horas antes.
A la espera de los resultados de la autopsia que se practique al cadáver es imposible por el momento determinar las causas del fallecimiento de esta persona, de la que además se desconoce su identidad. Según indicaron fuentes de Cruz Roja, el cadáver fue hallado en la cuneta de la autovía por operarios de mantenimiento del Ministerio de Fomento. El cadáver se hallaba en el punto que separa la calzada principal de las de servicio de la N-VI.
La dotación de la ambulancia que llegó al lugar en primer término comprobó que el cuerpo estaba frío y rígido, y un médico certificó su muerte.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de agosto de 2002