Un propietario preparaba ayer su buey para el desfío de la mañana, dentro de los espectáculos de deporte rural de la Aste Nagusia bilbaína. El animal es fuerte, no cabe duda a la vista del cuello del mismo, pero el dueño no le anda a la zaga.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de agosto de 2002