El movimiento por el diálogo y el acuerdo Elkarri reiteró ayer su posición contraria a la ilegalización de Batasuna y alertó sobre las 'profundas fracturas políticas e incluso personales' que este proceso está provocando entre las distintas formaciones. La organización que lidera Jonan Fernández argumenta en siete puntos los motivos para oponerse a la ilegalización. En este sentido, considera que el proyecto de situar fuera de la ley a Batasuna va contra los principios democráticos por dejar sin 'referencia política y electoral' al 10% del electorado vasco y está 'forzando' los procedimientos legales 'hasta límites indeseables y desaconsejables'.
Elkarri estima asimismo que la estrategia de la ilegalización se está desarrollando en contra de la realidad social en la que se ha de aplicar, sin avaluarse los costos de 'esta escisión entre la mayoría parlamentaria en el Congreso de los Diputados y la mayoría social en Euskadi'. Por otro lado, ve muy difícil aplicarla 'pueblo a pueblo y barrio a barrio' y predice una 'intensa policialización de la vida local con resultados negativos para la convivencia'. Elkarri, que a finales de octubre clausurará su Conferencia de Paz, asegura que esa vía generará más crispación, y 'tiene efectos contraproducentes' para la solución del 'conflicto'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de agosto de 2002