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Cambio de imagen para Johanesburgo

SURÁFRICA SE VENDE como un destino turístico bueno, bonito y barato. La gran excepción es Johanesburgo, que tiene fama de ser una de las ciudades más peligrosas del mundo. Ésa es la imagen que la población de Jozie, como se apoda a la ciudad, quiere cambiar con la Cumbre de la Tierra. Para la mayoría de la gente, la conferencia es una posibilidad de ganar dinero, más que una ocasión para hacer un balance sobre el estado de salud del planeta. Con un 40% de la población en paro, la codicia es comprensible, y son expresivos comentarios como los de Tandiwe, una voluntaria que trabaja en Nasrec, el centro que cobijará a las organizaciones no gubernamentales, situado a las puertas de Soweto: 'Estoy orgullosa de que tantas personas vengan a mi país y espero que esto signifique más trabajo para la gente'.

El encuentro también ha sido una oportunidad para renovar la ajada infraestructura de Jozie. Por ejemplo, el transporte es importante, no sólo porque tiene que ver con el medio ambiente, sino porque los diversos eventos de la cumbre estarán distribuidos en un radio de más de 50 kilómetros. En la ciudad se ve cada vez más gente con camisas negras con bordes multicolores, el uniforme para los cientos de estudiantes y personas en paro que trabajarán para la cumbre. En los últimos tres meses se han dado cursos de dos días para enseñar a los 4.000 voluntarios cómo tratar a los extranjeros que llenarán la ciudad. El tema de la seguridad está presente en cada evento de la cumbre, con más de 20.000 policías en las áreas del encuentro y con controles en las calles. Pero no se ha querido aislar a los participantes en la conferencia, y habrá zonas donde se harán espectáculos de teatro, música y cine.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 25 de agosto de 2002