El gobernador del Estado estadounidense de Tejas, Rick Perry, visitó ayer México defendiendo la pena de muerte, y 10 días después de haberse negado a detener la ejecución del ciudadano mexicano Javier Suárez Medina, por quien el presidente Vicente Fox le pidió clemencia.
Éste suspendió su visita a Tejas, prevista para este lunes, y la mayoría de sus compatriotas le aplaudieron, proclamando que "el gringo no tiene entrañas sino dólares e intereses". No se pedía la salvación de un asesino confeso, dijeron, sino el retraso de su ejecución. Otro mexicano, Edgar Tamayo, espera fecha en el corredor de la muerte.
Ningún funcionario tenía previsto recibir, al menos públicamente, al gobernador de un Estado con el que México tiene fuertes lazos económicos y sociales, y cuyo objetivo declarado fue participar en la Asamblea General de la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA) con el propósito de apoyar la sede de la ciudad de San Antonio para los Juegos Olímpicos Panamericanos del año 2007.
Perry se dijo "muy decepcionado" por la anulación del viaje presidencial, de dos días de duración. "Lo lamenté mucho, pero él me sigue llamando amigo y yo también seré su amigo. México y Tejas tienen más cosas en común que cosas que los separan", agregó.
La pena de muerte rige en ese Estado desde el año 1972, y es apoyada por la mayoría de sus habitantes. El gobernador cubrió su agenda de actividades fuertemente protegido contra la eventual agresión de algún mexicano enfurecido por la ejecución, o incapaz de asimilar que Tejas desencadenó, al proclamarse independiente hace 156 años, la guerra que concluyó con la pérdida de la mitad de territorio nacional mexicano a manos de Estados Unidos.
Pero el hambre facilita el olvido, y más de cien mil braceros mexicanos trabajan en ese Estado. "Tejas los recibe con los brazos abiertos. Es un lugar amigable", afirmó el gobernador. El mexicano Mario Vázquez Raña, presidente de ODEPA, lo recibió con aplausos, pidiendo un sombrero tejano.
El político norteamericano, consciente de la importancia del voto hispano en su país, ofreció la pipa de la paz: "Creo que no es constructivo para el futuro de México y el futuro de Tejas permitir que la pena de muerte derrumbe todo el progreso que hemos hecho a través de los años". La negación de clemencia no procedía, agregó el gobernador. "Haber concedido la suspensión sin ninguna otra razón que la de coincidir con la visita del presidente Vicente Fox no hubiera sido apropiado (...) y no iba a cambiar el apoyo de los ciudadanos de Tejas a la pena de muerte".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 25 de agosto de 2002