El Deportivo tardó años en subirse a la élite del fútbol español, pero rara vez falla en las grandes ocasiones. Ya tenía encarrilada con un rotundo 3-0 la Supercopa y ayer terminó de ganarla, la tercera -en la imagen-, en su tercera oportunidad, un pleno, al imponerse también en Mestalla, al Valencia, 0-1. Le favoreció la excesiva expulsión del central Ayala, a los dos minutos, pero casi todo estaba vendido ya. Lo peor fueron los incidentes, aunque no graves, en el césped y en las gradas, pero que siguen enconando a ambas aficiones.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de agosto de 2002