Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Lendoiro: "No podremos ir de una ciudad a otra"

Muy fea se ha puesto la animadversión entre las aficiones del Deportivo y del Valencia, según advirtió ayer el presidente deportivista, Augusto César Lendoiro. "Si seguimos así no podremos ni siquiera ir de una ciudad a otra [de A Coruña a Valencia]. La temporada es muy larga y nos podemos encontrar en la Liga, la Copa del Rey e incluso en la Liga de Campeones", dijo el dirigente gallego al tiempo que atacaba a su homólogo en el Valencia, Jaime Ortí.

"Estas declaraciones del presidente [Ortí], que ni siquiera estuvo en A Coruña, son como la pólvora", añadió Lendoiro en alusión a las manifestaciones de Ortí, quejándose del trato a su equipo de la afición deportivista. Lendoiro abogó por que los dirigentes no abran la boca cuando se desarrolle una polémica de estas características.

El caso es que si el domingo pasado en Riazor cayeron objetos sobre los jugadores valencianistas -uno de ellos en la mandíbula de Cañizares-, ayer, en Mestalla, también cayeron chuzos de punta. Hasta un teléfono móvil aterrizó en el césped del estadio valencianista. Claro que el delantero Salva dijo sentirse encantado del comportamiento de su afición. "Si sigue comportándose como lo ha hecho hoy [por ayer], metiendo muchísima presión al contrario, seguro que Mestalla va a ser el fortín que todos queremos".

Enconadas están las aficiones, enfrentados sus dirigentes y también sus entrenadores. Al menos en la lectura del partido. Si bien el técnico valencianista, Rafa Benítez, felicitó a Javier Irureta nada más terminar la final, después, en la sala de prensa, afloraron las diferencias.

"Me muerdo la lengua", dijo Benítez muy enfadado cuando le comentaron las declaraciones previas de Irureta, en las que justificaba la expulsión de Ayala por la semana tan polémica que se había vivido. "Voy a tratar de controlarme. No quiero decir lo que pienso", añadió Benítez. ¿Acaso piensa que la expulsión de Ayala fue injusta? "La acción se puede producir, pero hay formas de valorarla", agregó el técnico madrileño.

En este ambiente de crispación, Cañizares se dirigió hacia Duscher antes del inicio de la segunda parte. Le reprochó sus palabras a lo largo de la semana, cuando el centrocampista argentino había acusado al meta internacional de provocar a la hinchada del Deportivo. Duscher puso cara de bueno, dio sus explicaciones y Cañizares pareció darse por satisfecho.

Más pausado apareció tras el encuentro el defensa argentino Pellegrino, que sólo habló de fútbol. "Dimos una buena imagen. Vamos de menos a más y ojalá la plantilla sepa digerir las cosas malas y sepamos mejorar lo que nos falta para iniciar la Liga [el próximo domingo en Son Moix ante el Mallorca, Canal +, 20.00]", declaró Pellegrino.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de agosto de 2002