Nunca es más digno de respeto y credibilidad un medio de comunicación que cuando, tras un error, lo reconoce y pide disculpas por ello. EL PAÍS del 31 de julio así lo hace al admitir la aparición de un 'duende' en la noticia facilitada el sábado anterior respecto a la voladura de un cuartel palestino por parte del ejército de Israel.
En la disculpa se cita al Libro de estilo y ya que aparece éste, me permito señalarles otro incumplimiento de las normas del tal. En la página primera del cuadernillo de Andalucía y bajo la foto que identifica a 'dos miembros de la excavación'. Las excavaciones, hasta ahora, no tenían miembros; los integrantes de su equipo, supongo que sí. Se dice: 'Desarticulada una red que vendía piezas arqueológicas expoliadas en Nueva York'. Uno, tras leer este titular, está convencido de que alguna red de traficantes está sacando del subsuelo de los EE UU restos de la antigua cultura de los indios navajos, o así. Un poco más adelante comprobamos que el expolio está siendo perpetrado en Andalucía y que se trata de otra demostración de que quien realmente está de vacaciones estos días es el buenísimo Libro de estilo de EL PAÍS.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de agosto de 2002