La línea 10, que conectará la red central de metro con el metrosur, volverá a entrar en funcionamiento en septiembre entre Fuencarral y la nueva estación de Cuatro Vientos, y en noviembre llegará a Puerta del Sur, en Alcorcón. Así lo anunció ayer el presidente del Gobierno regional, Alberto Ruiz-Gallardón, durante su visita al intercambiador de Cuatro Vientos, donde se efectuó una prueba de los nuevos trenes del modelo 7.000, que discurrirán por esta línea y el metrosur.
Durante los últimos meses, en la línea 10 se ha procedido al soterramiento de vías entre la estación de Casa de Campo y la carretera de Boadilla del Monte, lo que ha supuesto la recuperación y reforestación de 5,5 hectáreas de zonas verdes.
La línea 10 contará, antes de final de año, con cinco nuevas estaciones (Casa de Campo, Colonia Jardín, Cuatro Vientos, Joaquín Vilumbrales y Puerta del Sur), mientras que las estaciones de Campamento, Empalme y Aluche se incorporan a la línea 5.
Con estas obras a lo largo de los 23 kilómetros de dicha línea, cuyo coste asciende a 21,5 millones de euros y que se han prolongado durante 13 meses, también se ha ampliado el gálibo, eliminando así el cuello de botella que representaban los túneles de pequeña sección.
Ruiz-Gallardón recordó que la prolongación del metro a Cuatro Vientos supone un importante incremento en la oferta de transporte público en el área noroeste del distrito de Latina y un acercamiento de Pozuelo de Alarcón al metro de Madrid. 'Además', señaló, 'la operación urbanística de Campamento, atravesada por el túnel de la línea 10 entre Colonia Jardín y Cuatro Vientos, contará con dos estaciones de metro que contribuirán a su conexión con la ciudad de Madrid y con el resto del área metropolitana Así, la línea 10 se convierte en un gran eje vertebrador norte-centro-oeste del área metropolitana madrileña, y facilita y acorta el acceso desde Móstoles y Alcorcón al centro de la capital, a la zona de negocios de Castellana y al aeropuerto de Barajas'.
Ayer, además, se realizaron las primeras pruebas de los trenes del modelo 7.000, que alcanzan más de 35 kilómetros por hora y tienen una capacidad de carga un 57% superior a la actual. Los nuevos trenes, de 107,3 metros de longitud, están construidos en aluminio e incorporan medios automáticos de detección y extinción de incendios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de agosto de 2002