El PP, y en particular José Folgado, secretario de Estado, defienden el plan de subir los precios de la electricidad partiendo de la base de que de lo contrario dichos precios caerán en términos reales.
Bien, pero si lo que les preocupa son los términos reales de este mundo, ¿por qué no piensan en el muy pequeño ahorrador que deja unos pocos euros en el banco? Por baja que sea la tasa de interés, de la cantidad ganada el Estado le quita un 18%. Así que lo más probable es que dicho ahorrador pierde en términos reales. La base ética de este impuesto es algo que ningún político ha explicado en términos coherentes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de agosto de 2002