Con prisas y sin pausa. Las obras del tranvía del Llobregat (Trambaix) están acelerando el ritmo en la parte del recorrido que corresponde a Barcelona. No así en los otros municipios que también serán atravesados por el tranvía. En algunos, como Esplugues y Sant Joan Despí, la actividad es casi nula.
Hace apenas unos meses las obras avanzaban en la Diagonal a ritmo cansino. Apenas se veía una docena de operarios trabajando en el largo tramo que va de la plaza de Francesc Macià a la avenida de Gregorio Marañón. Ahora se han instalado las vías y los operarios, numerosos, desarrollan una actividad frenética.
La empresa concesionaria de la infraestructura elaboró un calendario de la entrega de la obra y, según éste, las zanjas deberían quedar despejadas en octubre de este año. Se tratará del fin de la obra civil porque la instalación de lo que es el sistema tranviario -las catenarias que suministrarán la corriente a los trenes- quedará para el final: al término de 2003. Pero eso sólo es en Barcelona, donde la semana de la Mercè los trabajos en la Diagonal deberían estar listos.
Responsables de la empresa apuntaron recientemente que coincidiendo con las fiestas de la Mercè estaba prevista la exposición de una de las unidades del tranvía sobre las vías recién instaladas.
Además de las vías, la empresa ha concentrado en los meses de verano otras intervenciones en la Diagonal especialmente complejas. Una de ellas es el el traslado a la acera lateral lado mar de las bocas de metro de Maria Cristina y Palau Reial. Lo mismo ha ocurrido con los trabajos de modificación de una conducción de agua en la plaza de Pius XII que resulta afectada por el paso del tranvía.
En el tramo barcelonés, la fase de las obras más atrasada es la salida y entrada del tranvía por la calle de Adolf Florensa. La empresa ha recibido recientemente el permiso para empezar los trabajos preliminares y la detección de los servicios afectados en esa calle, así como también en los terrenos universitarios.
Desde ahí, el tranvía avanzará por la avenida de Xile para conectar con L'Hospitalet. En cualquier caso, no hay tiempo que perder si se quiere cumplir con el compromiso de que el tranvía circule entre Barcelona y las vecinas localidades del Llobregat a finales del año 2003.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de agosto de 2002