Vecinos y compañeros de trabajo del ciudadano rumano que murió electrocutado el pasado miércoles mientras trabajaba en el montaje de un invernadero en Castell de Ferro (Granada) han comenzado a recaudar dinero para sufragar los gastos de repatriación del cadáver del joven trabajador a su país de origen. Calculan que serán necesarios unos cinco mil euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de agosto de 2002