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La negligencia de los militares causó la tragedia del 'Kursk'

Gran parte de la culpa de la tragedia ocurrida con el submarino atómico Kursk hace dos años la tienen los militares, que cometieron una serie de actos de negligencia, aunque ninguno de ellos por separado desecadenó el hundimiento del orgullo de la Marina de Guerra rusa. Éstas son las conclusiones de una minuciosa investigación realizada por Rossíiskaya Gazeta, órgano oficial del Gobierno.

El expediente criminal abierto después de que el 12 de agosto de 2000 el Kursk se fuera a pique con sus 118 tripulantes fue cerrado el mes pasado por la fiscalía general, que llegó a la conclusión de que no había culpables: la tragedia oficialmente fue causada por una fuga de peróxido de hidrógeno que explotó al contactar con queroseno y metal. La fuga pudo haberse producido porque no se cambiaron a tiempo las juntas y los inspectores hallaron signos de corrosión en la superficie de algunos torpedos, sin que por ello el comandante del buque diera la alarma, lo que muestra el grado de negligencia existente entre los oficiales rusos.

Además, el tipo de torpedos del Kursk nunca habían sido utilizados por la tripulación, que no tenía formación para hacerlo. Por si fuera poco, el torpedo que explotó fue cargado por personal no autorizado para ello y algunos de sus componentes estaban caducados.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de agosto de 2002