Los representantes del comité de empresa de la fábrica Poliseda, al borde del cierre tras el expediente de regulación de empleo para sus 379 trabajadores presentado el pasado julio, arrancaron ayer al presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, el compromiso de exigir al grupo italiano Radici, propietario de la compañía, que mantenga la producción de la planta mientras se llevan a cabo las negociaciones para su posible venta.
El consejero de Trabajo, Luis Peral, aseguró, tras una reunión en la que participaron el propio Ruiz-Gallardón, portavoces de CC OO y UGT y de los empleados, que su cartera no encuentra, de momento, 'razones para autorizar el expediente de regulación de empleo'. Peral informó además de que el presidente regional enviará una carta al grupo Radici 'solicitando la continuidad de la empresa', así como una reunión personal con la dirección de la compañía. En caso de que Radici decida echar el cierre, Ruiz-Gallardón le exigirá que facilite la venta de la fábrica, cuya sede se encuentra en Alcalá de Henares, para garantizar los puestos de trabajo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de agosto de 2002