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Reportaje:CULTURA Y ESPECTÁCULOS

BARCELÓ Y SUS 'GESTOS ÚNICOS' PARA LA CATEDRAL DE PALMA

Cien años después de la frustrada intervención de Gaudí, el artista de Felanitx emprende un proyecto que incluye un mural de cerámica de 300 metros cuadrados

Miquel Barceló quedó ayer comprometido bajo contrato a crear para la catedral de Mallorca un mural de cerámica de 300 metros cuadrados -la representación del milagro de los panes y los peces-, el ajuar y la decoración litúrgica con el altar, el sagrario, ambón, sillería y candelabros, así como cinco vitrales en ventanales cegados. El pintor revestirá con su arte del siglo XXI una capilla gótica de 1300, inconclusa y con un retablo mediocre, situada en el ábside lateral, en la llamada Seu, 'un espacio de fe, arquitectura y arte, inacabado', según dijo el obispo insular Teodoro Úbeda.

El gran proyecto cultural de Barceló se inició hace más de dos años y será visible en su primera fase a partir de la primavera de 2003. La intervención del artista ha sido impulsada por el obispado y la universidad de Baleares, pero los 3,5 millones de euros de coste han sido aportados por el Gobierno de Baleares y la fundación de empresarios que regaló el nuevo barco al Rey.

Barceló donará parte de los elementos de la obra como contribución personal a la ejecución del que es el reto más grande de su fulgurante trayectoria artística.

El pintor recordó que entra en la catedral de Mallorca un siglo después de que lo hicieran, en una acción que fue abortada, Gaudí y Jujol, y respondió que 'día sí y día no pienso en Miró, pero lo mío no es una vendetta', al indicarle que una intervención de Miró fue vetada hace tres décadas. El creador, natural de Felanitx (1957), definió a la catedral como 'el lugar cultural más excepcional, una isla en la isla' en el que se puede ser 'radicalmente moderno'. Ante la maqueta, fue parco en discursos: 'Tengo muchas cosas por hacer y pocas cosas que decir'.

Rodeado de políticos, canónigos, catedráticos y cámaras de televisión, el artista ponderó 'que la función de espiritualidad es una condición de la obra de arte' y, en este sentido, ubicó a las iglesias por delante de los museos, 'que son disneylandias, volcados al mercado y al arte como negocio', dijo.

En Vietri, (Italia) y Toulouse (Francia), Barceló desarrollará su obra con un ceramista y un especialista en vidrio para dejar lista la nueva piel contemporánea de la catedral gótica. 'La Seu es una especie de gran monumento de aire, y en ella trabajaré con materiales antiguos, tierra y cristal, y con técnicas radicalmente modernas', afirmó.

Por último, puso de relieve la complejidad de plasmar la composición de cerámica en una sola pieza: 'Es una obra de gestos únicos donde no es posible borrar, repetir, volver a trabajar encima como en la pintura'.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de agosto de 2002