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El cura español que fue detenido en Uganda mediará entre el Gobierno y la guerrilla

'Fue una experiencia terrible, pero nos permitió vivir en nuestras propias carnes el sufrimiento diario de nuestra gente'. En declaraciones a la agencia de noticias misionera MISNA, el sacerdote español Carlos Rodríguez Soto hizo un relato del ataque lanzado el pasado miércoles por el Ejército ugandés mientras él y otros dos curas italianos conversaban con un grupo de guerrilleros sobre el proceso de paz en el país africano. La reunión tenía en un lugar secreto del norte del país, cuando las tropas intervinieron.

'Instintivamente, me tiré al suelo y me hice a un lado, rodando. Entré en una choza, pero al oír las explosiones de las granadas me di cuenta de que corría el riesgo de quedarme atrapado y salí reptando', explicó el misionero. La choza fue alcanzada un segundo después por un proyectil, que me quemó ligeramente en un brazo'.

Rodríguez Soto y sus dos compañeros italianos -Tarcisio Pazzaglia y Giulio Albanese- fueron liberados en la noche del jueves tras permanecer retenidos durante más de 24 horas por el Ejército ugandés, sin agua ni comida. 'La experiencia no nos va a desanimar', dijo el sacerdote español tras recuperar la libertad, 'y mañana mismo reanudaremos nuestros esfuerzos por conseguir la paz'. Rodríguez Soto, de 43 años, declaró que su detención se debió probablemente a un error de comunicación interna del Ejército ugandés, no a un intento de los militares de socavar el proceso de paz.

Los guerrilleros con los que conversaban los tres sacerdotes pertenecían al grupo rebelde integrista Ejército de Resistencia del Señor, dirigido por el antiguo sacerdote Joseph Kony y que lucha por un régimen inspirado en los Diez Mandamientos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de agosto de 2002