El individuo de la foto parece haber encontrado la solución para no quedarse sin cobertura en el momento más inesperado de la conversación. Subido a un tejado de la ciudad, rodeado de cables y antenas, habla tranquilo y parece que hasta sin interferencias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de agosto de 2002