La bufonada de ayer en Bayona, el único que la entendió a la perfección fue El Juli. A su primero le hizo una faena muy populista, con derechazos buenos y naturales movidos. Y siempre muy quieto y haciendo ver que el toro era bueno. En banderillas a sus dos toros estuvo discretito, mas bullicioso. A su segundo, un mansote sin peligro, como no embestía se puso el buzo de valiente y se pegó un arrimón. No importaba que el toro se cayera en varias ocasiones. Importaba que el público le brindó su cariño y le hizo salir a hombros. Finito de Córdoba en su primero se hartó de dar pases y todos sin poner demasiada alma en la ejecución, aunque algunos fueran buenos. En su segundo mejoró y recitó excelentes muletazos con ambas manos. Y José Tomás es un caso. Parece que quiere fabricarse amigos por dondequiera que va. En su primero dibujó muletazos largos y mecidos, y en su segundo pegó un petardo que no venía a cuento. La comedia acabó como empezó: sin argumentos por falta de toro.
Parladé / Finito, Tomás, Juli
Toros de Parladé, algunos justos de peso, muy blandos todos, pobres de cabeza, bobones; 6º, manso sin peligro. Finito de Córdoba: aplausos y oreja en su 2º (rehusó dar la vuelta al ruedo por las protestas). José Tomás: silencio y pitos. El Juli: oreja y oreja con salida a hombros. Plaza de Bayona, 31 de agosto. 1ª de feria. Lleno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de septiembre de 2002