Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
CARTAS AL DIRECTOR

Una mole de cemento impide ver el sol

Sabinillas, un pequeño pueblo malagueño de pescadores a las orillas del mar Mediterráneo donde nuestros sueños de infancia fueron dorados bajo su sol, se ha quedado sin atardecer.

Donde entonces sólo hubiera arena y bambú, se ha convertido en una grotesca mole de cemento construido bajo la cicatería de algunos e impidiéndonos compartir el viaje del sol a su crepúsculo. Cemento vendido a precio de oro, sólo permisible para hombres de cabezas doradas y piel rosada que vagamente aprecian lo que nos ha sido robado.

Ya no se podrá disfrutar más del maquillaje del cielo en esas interminables tardes de verano, ni de nuestros ojos encendidos por sus cálidos colores; todo se ha vuelto sombra antes de caer la noche y, sólo si alguna vez entre los inmensos muros un rayo de sol en su decline se escapara y golpeara nuevamente nuestras sonrisas, yo recordaría que un día sí hubo puestas de sol en Sabinillas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de septiembre de 2002