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Reportaje:

Mijatovic sigue los pasos de Cruyff

El ex delantero del Madrid y el Valencia firma por el Levante por una temporada

El Levante fichó ayer a Pedrag Mijatovic (Podgorica, Montenegro, 1969), quien regresa a España tras su paso por Italia, donde ha jugado las tres últimas temporadas en el Fiorentina, club que ha desaparecido debido a la grave crisis económica que atravesaba, circunstancia que dejó al futbolista montenegrino y al resto de sus compañeros sin equipo. Mijatovic llegó ayer a un acuerdo con el Levante, de Segunda División, después de varias semanas de negociaciones, que incluso llegaron a romperse hace unos días, provocando el enfado del jugador, que acusó al club azulgrana de "poco serio". Mijatovic, entonces, estudió su retirada ante la falta de ofertas, y eso que su representante, Zoran Vekic, trató de colocar al futbolista a toda costa, preferentemente en España.

El Levante, sin embargo, retomó ayer los contactos con el futbolista yugoslavo después de que se frustrara el fichaje de Güiza, el delantero del Mallorca que finalmente se comprometió con el Recreativo. Las conversaciones desembocaron en la contratación del montenegrino un cuarto de hora antes de que concluyera el plazo de inscripción en la Liga, fijado a las 21.00. Mijatovic cobrará unos 600.000 euros por la campaña recién comenzada.

A sus 33 años, Mijatovic regresa a Valencia, una ciudad que conoce bien después de pasar tres años en ella, las tres temporadas que jugó en el Valencia, que le fichó procedente del Partizán de Belgrado en 1993. Fue Pasieguito, ex secretario técnico del club de Mestalla, el mismo que aconsejó el fichaje de Kempes, quien intuyó el tremendo potencial de Mijatovic, delantero que dejó una profunda huella entre los aficionados valencianistas: primero por su indudable talento, y después por su polémico fichaje por el Real Madrid, que le contrató en el verano de 1996 en medio de la ira de los hinchas del Valencia, que le reprocharon al jugador su comportamiento, pues días después de que anunciara su disposición a continuar en la entidad valencianista trascendió su compromiso con el Madrid, equipo en el que alcanzaría la gloria: marcó el gol de la victoria en la final de la Copa de Europa de 1998, ante el Juventus en Amsterdam (1-0).

Excelente futbolista en sus mejores tiempos, Mijatovic también era un personaje extravagante en su forma de vestir y vivir: le gusta la ropa de colores chillones y los coches deportivos de lujo. En España nunca pasó inadvertido. Ni en Valencia, primero, ni en Madrid después. En esta última ciudad pudo cumplir sus sueños de grandeza, tanto deportivos como económicos.

Después de un discreto paso por Italia, donde apenas ha brillado, Mijatovic regresa a Valencia, pero esta vez a un club de Segunda División, el Levante, que trata de levantar con el reclamo de su fichaje la mayor expectación posible. Con apenas 2.000 socios la pasada campaña, el club azulgrana confía en que este golpe de efecto sirva de acicate para su resignada afición, un tanto cansada de la gestión del máximo accionista del club, Pedro Villarroel, quien hace y deshace a su antojo la plantilla cada temporada.

Fue Manuel Salvador, secretario técnico del Levante, quien sugirió hace unas semanas la posibilidad de fichar a Mijatovic, un delantero de renombre venido a menos pero que podía disparar la expectación en torno al club, ascendido administrativamente después de que el Burgos no completase su conversión en sociedad anónima, requisito imprescindible para todos los clubes de la Liga de Fútbol Profesional. Pero lo que comenzó siendo uno de los globos sonda del verano se ha convertido en uno de los fichajes más sorprendentes: el Levante anunció en agosto un recorte en su presupuesto del 30% con respecto a la pasada campaña y unos objetivos mucho más coherentes que pasadas temporadas.

No es la primera vez, en todo caso, que el Levante llama la atención con un sonoro fichaje. En la temporada 1980-81 Johan Cruyff vistió los colores azulgrana del Levante tras firmar un curioso, cuanto menos, contrato: su sueldo, además de los 10 millones de pesetas acordados, incluía la recaudación de todos los partidos que el Levante jugara en casa desde marzo hasta junio, los meses que Cruyff estuvo ligado al Levante. El revuelo que se armó con su fichaje contrastó con su posterior aportación, más insulsa que otra cosa. Otro ilustre ex del Levante fue el chileno Carlos Caszely, que jugó en el club levantino la temporada 73-74.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de septiembre de 2002