El flamenco se ha sacudido complejos manidos y ha entrado en una nueva dimensión, en la que coquetea con creadores ajenos. Jesús Quintero, periodista y realizador capaz de entrevistar a su sombra, es uno de los últimos fichajes con los que los flamencos hacen gala de su espíritu abierto.
Quintero, antes Loco de la colina, firma la idea y la dirección escénica del espectáculo que estrenará la bailaora Manuela Carrasco. A Esencias le ha colocado un subtítulo: El mundo, el demonio y la carne. 'El mundo, porque no hay nada más mundano que el flamenco; el demonio es la rebeldía, el duende; y la carne es la pasión de la que todos estamos hechos, con su grandeza y su debilidad', explica Quintero. El periodista, que dirigirá por primera vez un espectáculo, se ha planteado mostrar 'la universalización de la pureza'.
'Manuela, que para mí es la más grande después de Carmen Amaya, me pidió que dirigiera el montaje. Ha sido fácil, lo único que he tenido que hacer es dejar que sea ella misma', comenta el periodista, que, a mediados de los años setenta, se dedicó durante un corto periodo a representar a artistas como Paco de Lucía y la misma Manuela Carrasco.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de septiembre de 2002