Celebro la instalación de la redacción de EL PAÍS en el local de la calle de Consell de Cent de Barcelona, que ocupaba la librería Crisol, perteneciente al grupo PRISA. Pero antes de ser Crisol, se encontraba la librería y tienda de ocio Tocs, por lo que recordando los artículos aparecidos a propósito del cierre de algunas librerías en Barcelona, de hace unos meses, como Cinc d'Oros, etcétera, he recordado que también perdimos esta librería. Hemos de alegrarnos, sin embargo, de que no se haya instalado otra tienda de bocadillos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de septiembre de 2002