Efectivos militares estadounidenses comenzaron ayer el traslado de medio centenar de combatientes talibanes de nacionalidad pakistaní, que hasta ahora permanecían presos en Afganistán, hacia Islamabad en medio de grandes medidas de seguridad que incluyeron repetidos y exhaustivos cacheos. La repatriación responde a la petición del Gobierno pakistaní de permitir la vuelta de sus conciudadanos que combatieron junto a los talibanes, pero "ya no suponen una amenaza".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de septiembre de 2002