El artista israelí Dani Karavan transformará la explanada del IVAM en un campo de naranjos con una instalación que apela a la convivencia y a la tolerancia. Vinculado a artistas e intelectuales de origen judío como el músico Daniel Baremboim, reciente premio Príncipe de Asturias de la Concordia, junto al palestino Edward Said, por su tarea a favor del diálogo y la tolerancia, Karavan ha concebido expresamente para el IVAM una instalación que establa una relación con la naturaleza y su simbolismo, y también con el propio arte. En el interior de la sala, recayente a la calle, el escultor y escenógrafo realiza también un homenaje a la obra Hombre-cáctus de Julio González. El director del IVAM, Kosme de Barañano, destacó la simbología del cáctus, importado por los españoles de México, tanto para el pueblo israelí como para el palestino.
Lo hizo ayer en la presentación de la programación del último cuatrimestre de la temporada que inaugurará el propio Karavan el 26 de septiembre, según explicó la directora del área técnico-arística del IVAM, Marta Arroyo. Esta instalación viene a continuar una línea expositiva de la que fue subsede del IVAM, el Centre del Carmen, según apuntó Barañano.
Tras el artista israelí, se exhibirá la exposición Agencia EFE. Treinta años de fotografía en la comunidad Valenciana, que repasará del 1 al 20 de octubre diferentes aspectos de la sociedad valenciana recogidos por la agencia de noticias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de septiembre de 2002