El nuevo curso político-académico empieza bien. Es decir, bien repleto de cuestiones a resolver. Aquí, en casa, en el País Valenciano, el curso escolar empieza sin libros de texto de valenciano. La Consejería de Educación no ha autorizado, todavía, los libros que han de servir para que los alumnos de Primaria y Secundaria adquieran la formación necesaria para ser hombres y mujeres de provecho. Parece ser que no hay problema en cuanto a los contenidos pero sí en lo referente al 'modelo lingüístico'. ¡Vaya por Dios! ¿Pero no habíamos quedado, según ese mago de la política que es el señor Zaplana, que con la constitución de la Acadèmia Valenciana de la Llengua el 'conflicto lingüístico' habia pasado a mejor vida? ¿No era éste, en palabras suyas, el mayor éxito de su política como presidente de la Generalitat? ¿Más que el AVE, del que cada vez sabemos menos? El caso es que el próximo dia 9 los alumnos de Primaria, y el 17 los de Secundaria, empiezan el curso y aún no se sabe con qué libros.
Luego, y en lo referente a la política estatal, los nubarrones con tormentas en varios frentes. En primer lugar, el conflicto político en el País Vasco. Claro que si hemos de hacer caso a ese otro genio de la política que es Mayor Oreja, en el País Vasco no hay conflicto político alguno porque el País Vasco no existe. Es un invento de los nacionalistas. De momento, ya se ha solicitado del Tribunal Supremo que ilegalice Batasuna. Tenemos, tambien, el problema de la inmigración, el decretazo, la Ley de Calidad de la Enseñanza, la recesión económica, el paro...
El presidente Aznar ha estado muy ocupado estos días con la boda pero, una vez pasado el follón que una boda supone, seguro que se pondrá a afrontar con firmeza todos estos problemas. Por cierto, y hablando de la boda que ayer se celebró en El Escorial, en la tertúlia mañanera de la COPE, el periodista Antonio Casado se hacía esta pregunta: '¿Por qué en lugar de El Escorial no se eligió el Valle de los Caídos, que cae cerca?'.
La verdad es que bien mirado...
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de septiembre de 2002