Sin acuerdo. Así acabó ayer la reunión entre los sindicatos de prisiones y el Departamento de Justicia de la Generalitat. Las centrales consideran insuficiente la propuesta de la Administración de aumentar el personal en 250 personas y de incrementar el salario hasta un 9%, porque entienden que esas cifras son engañosas y no solucionarían el déficit de personal que hay actualmente en las cárceles.
El aumento de personal que propone la Generalitat se concretaría entre 2003 y 2005. Los sindicatos consideran que en ese trienio se pondrán en marcha nuevas instalaciones, como el hospital penitenciario, que requerirán más funcionarios, que deben formar parte precisamente de los 250 prometidos. Los sindicatos CC OO, UGT, CATAC y CSIF creen que existe un déficit de 400 empleados, si se cuentan todos los ámbitos, incluido el sanitario. Además, consideran irrenunciable que primero no se hayan cubierto las 135 bajas que hay, en contra de los compromisos adquiridos por Justicia en 1999.
En las prisiones catalanas trabajan ahora 2.930 funcionarios y parece evidente que falta personal si se recuerda, por ejemplo, que durante los meses de verano se han realizado más de 2.000 horas extras. CC OO y UGT exigieron ayer que se acabe de inmediato con esta práctica.
El segundo punto de desacuerdo es el incremento salarial. Justicia ofrece un 9% en total. Una parte sería fija y el resto estaría condicionado a unos programas concretos, como por ejemplo la presencia efectiva, pues las bajas laborales son frecuentes en este colectivo y la Administración quiere atajar la situación. 'Las bajas injustificadas las han permitido porque jamás han enviado a los inspectores laborales, que es lo que deben hacer en estos casos', asegura Xavier Navarro, responsable de prisiones de CC OO.
En su opinión, el estrés de los funcionarios es muy elevado, especialmente en la prisión Modelo. En la cuarta galería, por ejemplo, puede llegar a haber hasta 500 presos que son atendidos por cuatro funcionarios y un psicólogo. Así las cosas, sindicatos y Generalitat se volverán a reunir el 20 de este mes, en lo que probablemente será el último intento negociador. Si no hay acuerdo, la huelga parece inevitable y todo indica que los sindicatos, inmersos en un proceso de elecciones sindicales que concluirá en diciembre, apurarán al máximo sus cartas para lograr mejoras de personal y salariales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de septiembre de 2002