Llevo quince años afincada en España y pensaba haberme enterado de que el rey de este país se llama Juan Carlos; sus hijas, Elena y Cristina, y de que ambas están casadas ya.
Ahora veo que estaba yo muy equivocada: en realidad se trata de la Corte de José María. Será mi deber como súbdito de su reino saber cuántas hijas más tiene pendientes de casar, con la correspondiente pompa, por supuesto.
No me interesa, pero sí quería saber quién paga todo esto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de septiembre de 2002