Mal comienza la labor presidencial. Entra dentro de ésta el otorgamiento de trofeos. El reparto justo y equitativo del apartado mencionado es la mejor fórmula para defender la importancia de una feria.
Unas docenas de pañuelos junto a la visera del repartidor de refrescos bastó para que una simplista faena obtuviera premio. Abierta la lata, y a nada que algún intérprete hiciera el mínimo mérito, el triunfalismo estaba servido. Un día de éstos, quizá cuando lleguen las figuras no habrá bastantes apéndices. ¡Más orejas, es la tómbola!
Manzanares tiró de cadencia, gustó y estética en su lote. Afincado a la pala de los pitones, su toreo careció de hondura. Lo estético gusta, pero no emociona. Está falto de verdad. En el que pasaportó por el lesionado Joselillo, la falta de recursos le hizo pasar por muchos apuros.
Plata / Joselillo, Manzanares, Francisco Javier
Novillos de La Plata, bien presentados, nobles y manejables, 4º bronco y difícil, 3º impresentable. Joselillo: media estocada (oreja). Paso a la enfermería con una cornada en la axila izquierda de pronóstico menos grave. José Mari Manzanares: estocada contraria (dos orejas); pinchazo, estocada (ovación y saludos); estocada (dos orejas). Francisco Javier: tres pinchazos -aviso-, estocada caída (ovación y saludos); pinchazo, estocada contraria (palmas). José Mari Manzanares salió a hombros. Plaza de toros de Valladolid, 7 de septiembre, 1ª de feria. Media entrada.
Joselillo, en el único que lidió, mermado de facultades por la cogida, anduvo voluntarioso pero por debajo del novillo.
Francisco Javier, voluntarioso, deseoso, pero falto de oficio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de septiembre de 2002