'El día de los atentados estaba almorzando fuera de casa y me llamaron de mi gabinete para avisarme de lo que había ocurrido. Fui rápidamente al despacho y desde allí estuve siguiendo todos los acontecimientos. Lo importante es que el terrorismo, como fenómeno mundial y amenaza universal, ha pasado a primer plano, lo cual ha tenido su incidencia en el refuerzo de la cooperación internacional entre todos los países democráticos y con ellos, por supuesto, España. El futuro lo veo con optimismo. Siempre he sido optimista y esperanzador, incluso en las peores situaciones personales y nacionales, porque creo que, a partir de esa fecha, puede verse claramente que la amenaza fundamental contra los derechos de los ciudadanos y para la democracia procede del terrorismo y de quienes lo apoyan directa o indirectamente, lo defienden, lo excusan o mantienen una condenable pasividad. En ese combate contra el terrorismo es absolutamente necesario lograr la adecuada compatibilidad del binomio libertad-seguridad'.
Enrique Múgica Herzog es defensor del pueblo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de septiembre de 2002