Francia confirmó ayer el descarrilamiento de sus finanzas públicas con el anuncio de que el déficit se elevaba a 37.150 millones de euros a finales de julio, un 32% más del registrado hace un año. El Gobierno tiene cada vez menos margen para respetar el 3% de déficit público previsto en el Pacto de Estabilidad europeo.
El Ministerio de Economía explicó que el descenso de julio procede del retroceso en los ingresos fiscales, a pesar de una contención de los gastos. La bajada de ingresos se acentuará los próximos meses, porque el periodo anunciado no tiene en cuenta la rebaja del 5% en el impuesto sobre la renta, que será aplicable en las declaraciones a presentar a partir de octubre.
El Gobierno se encuentra sometido a presiones desde su propio campo para que incluya otra rebaja de este impuesto, entre el 1% y el 2%, en el presupuesto de 2003.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de septiembre de 2002