El portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, aseguró ayer que el Ejecutivo no trató en su reunión ningún aspecto relacionado con las medidas para materializar el ultimátum sobre las transferencias efectuado en julio por el Parlamento de Vitoria, pese a que mañana se cumple el plazo de dos meses señalado por la Cámara. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, no parece tener intención de ofrecer pistas sobre su actuación antes del pleno de política general, que quedó fijado ayer para el viernes, día 27. El desplazamiento de la iniciativa política y el debate por la ilegalización de Batasuna dificulta más su objetivo.
Imaz insistió en que el Ejecutivo autónomo sigue esperando una 'muestra clara' de la voluntad del Gobierno central de cumplir el Estatuto, 'al margen de la demagogia desplegada por el señor Aznar y su ministro Arenas'. El portavoz reclamó un plan de trabajo y un calendario 'razonable'. Con una demostración de voluntad y ese calendario por delante 'todo es discutible', añadió.
'Nos resistimos a pensar que no van a cumplir la ley', dijo en otro momento Imaz. En cambio, eludió revelar caminos concretos de actuación, que por otra parte no parecen estar claros, para ejercer unilateralmente competencias no transferidas, tal y como acordó el Parlamento. 'Lo que tengamos que hacer, lo haremos', se limitó a decir.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de septiembre de 2002