Proof supuso para David Auburn el premio Pulitzer de teatro 2000, cuando sólo era un autor treintañero, un desconocido que presentaba al público su segunda obra.Tras su estreno en Broadway se convirtió en el éxito de la pasada temporada con los premios Tony a la mejor obra, actor y actriz. La prueba, su versión española, presentada el pasado mes de enero en Madrid, llega hoy a Bilbao (Palacio Euskalduna, 20 horas) con Cayetana Guillén Cuervo de protagonista en un montaje dirigido por Jaime Chávarri.
La prueba cuenta el drama de una joven sobre la que planea la sombra de su padre, un brillante matemático que muere demente, y sus tormentosas relaciones sentimentales y familiares, con el trasfondo de la pasión por las matemáticas. 'Es una obra muy moderna, sin grandes frases ni grandes tragedias', explicó ayer Chávarri. 'Entronca con el teatro de Chejov, en el que lo importante está debajo del texto, y con los melodramas de Tennessee Williams'.
En los seis meses que La prueba ha estado en cartel en Madrid, Chávarri detectó 'una complicidad preciosa con el público joven'. Las razones estriban, aseguró, en que toca con acierto esos momentos en los que se deben tomar decisiones sobre las prioridades de la vida.
Cayetana Guillén Cuervo, a quien acompañan los actores Santiago Ramos, Pedro Alonso y Chusa Barbero, incorpora a la enigmática Catherine, en una interpretación que parte de la crítica encontró antipática. 'Es un personaje difícil', reconoce la actriz antes de precisar que ha sido construido de manera honesta y sin temor a que caiga mal. 'Necesita aprobación y afecto'.
Chávarri invitó a los espectadores a que tras la primera impresión descubran la evolución del personaje. 'Hay actores que para caer bien al público están obviando las situaciones conflictivas, que son el verdadero teatro. ¿Hay que salir sonriendo?', se preguntó. 'La conquista de la función es entender su conflicto emocional'.
La prueba permanecerá en cartel en Bilbao hasta el 15 de septiembre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de septiembre de 2002