Hace un año, Keith y Mendy Obadike pusieron a la venta su negritud en una de las subastas de eBay. El precio de salida, de 10 dólares. Tras doce 12 pujas en 10 días fue vendida a un anónimo comprador por 152 dólares.
El proyecto Blackness for Sale tuvo una importante repercusión mediática y llamó la atención del mundo del arte sobre la obra de esta pareja, cuya vida se parece, según ellos, a una novela del escritor de ciencia ficción Philip K. Dick.
En agosto fueron nombrados artistas del mes del Artport del Whitney Museum de Nueva York, que acaba de producir su obra The Interaction of Coloreds. El proyecto, una irónica y descarnada crítica de las discriminaciones contemporáneas y de las turbias relaciones entre raza, dinero y poder, se basa en el IOC Color Check System, un sistema capaz de discriminar los accesos sometiendo los visitantes a un test de revelación del color de la piel.
Bajo el lema 'protege tu portal, protege tu comunidad on line de visitantes no deseados', la página de los Obadike invita a los propietarios de sitios Internet a adherirse a este sistema para evitar 'el aumento de problemas que comporta la entrada de gente de color en el mundo del comercio electrónico'.
'En la época de la esclavitud, para decidir adónde destinar un esclavo se comparaba el color de su piel con el de una bolsa de papel para el pan. Los que tenían la tez más clara iban a trabajar a las mansiones y los que la tenían más oscura iban a los campos. Esta práctica continuó muchos años después de la erradicación de la esclavitud y de alguna forma aún sigue vigente', afirman los artistas, que empezaron como realizadores de documentales de historia y denuncia del racismo.
De la mezcla entre texto, vídeo, performance e Internet, han nacido obras como la net.opera The Sour Thunder, que mezcla autobiografía y ficción con el objetivo de explorar el papel de la geografía en la identidad.
Mucho más minimal resulta Keeping Up Appearances, un hipertexto basado en la tradición del feminismo afroamericano, que juega con el blanco y negro en un texto que aparece y desaparece, reservando muchas sorpresas a sus lectores.
En My hands/wishful thinking, una obra en memoria de Amadou Diallo, asesinado por un policía de Nueva York en 1999. 'El policía le pidió los documentos y, cuando Diallo iba a sacar la cartera, le disparó 41 tiros, de los que 19 dieron en el blanco. En nuestro trabajo hay una reflexión por cada bala, una reacción contra cada uno de los ataques a los supervivientes africanos en Estados Unidos. Esta pieza es una afirmación de nuestra voluntad de sobrevivir', concluyen los Obadike.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de septiembre de 2002