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CARTAS AL DIRECTOR

¡Ojalá fuese así!

En relación a la carta publicada en esta sección por Cecilio Serrano de Hoyos titulada 'Caprichos, mentiras y libros de texto', me gustaría manifestar mi total desacuerdo.

En este país, no todos los padres -la mayoría- pueden comprar a sus hijos zapatillas deportivas del precio que menciona, o videoconsolas u otros artículos que se pueden calificar como 'caprichos'. ¡Ojalá fuese así!

Ahora bien, la educación, por suerte obligatoria, conlleva una serie de gastos como el de los libros, ropa, zapatos, transporte, etcétera, que suponen para la mayoría de las familias un esfuerzo económico difícil de soportar.

De ahí la demanda de la gratuidad, o la subvención de una parte de estos gastos, por parte de la sociedad; más aún cuando las diferentes administraciones que los ciudadanos soportamos subvencionan con miles de euros fiestas de todo tipo, disfrazadas de actos culturales, y que para lo único que sirven es para que la gente termine borracha hasta caer de espaldas.

Así que menos fiestas y más educación cultural.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de septiembre de 2002