Lamento disentir del señor Aznar por el apoyo dado a Bush contra Irak y, sobre todo, el que haya transmitido el sentir de todos los españoles. ¿Quién ha pedido mi opinión y la de muchos otros ciudadanos para tomar esa decisión que rechazo totalmente?
Y no sólo, que ya es bastante, por el peligro y el riesgo que se está llevando a todo el mundo por la obstinación de EE UU, sino también porque creo rotundamente que si Europa tiene un papel que desempeñar, y lo tiene, debe ser para impulsar un diálogo constructivo, porque las guerras nunca han solucionado nada. Y, en esto, Europa no debería perder la memoria histórica y recordar que cada guerra sólo trajo dolor, pérdidas humanas, pérdida de la libertad individual y xenofobia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de septiembre de 2002