La negativa de la comunidad internacional, particularmente la europea, de secundar las iniciativas bélicas del presidente Bush, es de gran importancia para los que nos oponemos a la guerra dentro de los Estados Unidos. Si los halcones del Gobierno norteamericano reciben como respuesta a sus propuestas de invasión un contundente 'no', es mucho menos probable que Bush se atreva a atacar.
Por lo tanto, son muy preocupantes los recientes comentarios del presidente Aznar en que da a entender que España podría respaldar una invasión. La opinión europea sí cuenta en Estados Unidos, y hay una gran diferencia entre 'Europa categóricamente rechaza un ataque contra Irak' y 'España e Inglaterra apoyan los planes de guerra'. Tal diferencia bien podría resultar decisiva.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de septiembre de 2002